Hay días en los que, viendo las noticias en televisión, se me cae el alma al suelo. Guerras fomentadas por el maldito dinero, o por el más absoluto fanatismo religioso. Padres que matan a sus hijos por venganza contra la ex-persona amada, malintencionados comentarios contra los políticos de cualquier partido... el mundo parece estar en contra de si mismo.
Cierro los ojos, y niego a mis oidos seguir escuchando. Entonces, abro los ojos y miro a mi alrededor. Veo amor incondicional en mi familia. Veo devoción en mi pareja. Y veo el mayor cariño en los ojos de mis verdaderos amigos.
Hoy pienso en una persona en concreto, era jóven, y perdió su vida antes de tiempo. Me entristezco, pero me sirve como ejemplo a seguir. Esta chica vivió su corta vida con optimismo y alegría, cometió sus própios errores (como todo el mundo), y creció rodeada del cariño de los suyos hasta el final.
Sus aciertos y sus errores hicieron de ella lo que era, y ahora, después de algunos años, lo que mucha gente seguro que pensó que era un error, habla, rie, pinta, piensa, juega y recuerda (y nos recuerda) a su madre.
Con esto quiero decir que en ocasiones podemos pensar que estamos perdiendo el tiempo o haciendo algo mal, pero eso no debe importarnos, ya que siempre saldrá algo bueno de ello: una experiencia, más sabiduría, o incluso una preciosa niñita de rubios cabellos.
Vivamos la vida pues, por y para nosotros, pero también por y para las personas que nos acompañan en nuestro viaje. Un abrazo a todos!!!!
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